Si te apetece más escuchar que leer, te invito al episodio de mi podcast que hablo de este tema. PINCHA AQUI
- ¿Tienes una lista interminable de cosas para hacer cada día?
- ¿Terminas al final del día agotada y aún con cosas por hacer?
- ¿Necesitarías que los días sean más largos?
- ¿No tienes tiempo ni para ponerte enferma?
- ¿Te sientes estresada? ¿Te cuesta concentrarte?
- Piensas: “No me da la vida”
Si has contestado afirmativamente a más de una de estas preguntas, seguramente sufras ese run-run incesante que se llama síndrome de carga mental o el también llamado síndrome de la mujer agotada.Según un estudio reciente de Próxima a ti una idea original de P&G.
3 de cada 4 mujeres sufre o ha sufrido EL síndrome DE CARGA MENTAL.
«Descarga Mental» estudio de «Próxima a ti»
QUÉ ES
La carga mental es un concepto de los años 90 que surgió en el mundo de los negocios, para describir lo que les ocurría a algunos profesionales con una posición de responsabilidad, de toma de decisión y con un equipo a su cargo que comenzaban a presentar serios cuadros de estrés.
Carga mental es el conjunto de tensiones (peso invisible) que sufre una persona por las exigencias del esfuerzo mental y emocional en un determinado contexto, se ha extendido rápidamente del ámbito empresarial al ámbito familiar y doméstico.
En el ámbito doméstico, hay dos tipos de trabajo.
- El trabajo físico o ejecución (por ejemplo, ir al supermercado, poner una lavadora, llevar el coche al taller, pedir cita en el pediatra) estas tareas cada vez están más repartidas entre la pareja y
- El trabajo mental o de planificación que supone estar pendiente de todo, saber qué hace falta organizar, planificar, comprobar, anticiparse, supervisar, tomar ciertas decisiones y que la mayor parte de las veces son asumidas por un miembro de la pareja, la mujer.
En el ámbito familiar y doméstico no todo es HACER, es necesario PENSAR, ORGANIZAR Y PLANIFICAR: qué hacer, cuándo hacer, cómo hacer, quién hace,…
Lo más preocupante es que el 44% de las mujeres desconoce qué es esto de la carga mental, vamos que no es consciente de que sufre este problema.
Destaco 3 características de la carga mental en el ámbito doméstico:
- No es un trabajo reconocido, ni valorado ni remunerado.
- Es un trabajo poco gratificante: no hay percepción de logro, avance personal o recompensa. Son cosas repetitivas e incontrolables
- En la persona se genera la sensación de estrés: “¡No llego a todo!” que mina la percepción de autoeficacia y baja la autoestima: no cumples las expectativas y no llegas a las tareas autoimpuestas.
QUÉ CONSECUENCIAS TIENE
Nuestra salud es la principal damnificada. En seguida aparecen síntomas que en la mayoría de los casos no se les concede importancia y pensamos que serán pasajeros que con un poco de descanso desaparecerán o inclusive nosotras mismas restaremos importancia por no aparecer ante los demás como quejicas.
Los síntomas más frecuentes son: cansancio, irritación, alteraciones del sueño, hiperactividad, sistema inmune desestabilizado, apetito descontrolado, sensación de hartazgo y desgana, falta de energía…
Con el paso del tiempo… la carga mental se convierte en fatiga mental, aparecen los problemas de atención, te cuesta concentrarte, procesas la información de forma más más lento…es más fácil que cometas algún error.
En resumen: hacemos, planificamos, organizamos, controlamos todo, recordamos tantas cosas que no tenemos ni tiempo ni ganas para conectar con nuestras necesidades y deseos, físicos, emocionales psicológicos, sexuales.
Y naturalmente esto también impacta en nuestra agenda profesional. Imaginemos a una mujer con todos estos síntomas.
- ¿Con qué nivel de energía crees que acude cada mañana a su puesto de trabajo?
- ¿Crees que está en igualdad de condiciones que el resto de sus compañeros?
- ¿Podría afectar toda esta carga mental y el cuadro de estrés asociado a su nivel de rendimiento?
Esta situación tiende a agravarse cuando aparecen los hijos, el 58% toman decisiones que implican una cierta renuncia (reducción de jornada, excedencia o abandono del trabajo).
Vamos que además de impactar negativamente en nuestra salud y bienestar, también tiene el poder de incidir en nuestro desempeño en el trabajo e influir en el PROgreso y avance de nuestra carrera profesional.
QUÉ CAUSAS PROVOCAN LA CARGA MENTAL
Se suele producir una acumulación de factores externos e internos. El reparto inadecuado de tareas y responsabilidades, una pareja o familiares con poca predisposición a colaborar en casa y a facilitarle las cosas a la mujer que trabaja fuera y la tendencia a infravalorar o ignorar el trabajo doméstico, muchas veces invisible, son los factores externos más frecuentes.
Ahora también existen factores internos que también vienen a agravar la situación. Las mujeres asumimos que tenemos que estar pendientes de todo. Se nos ha vendido el mito de superwoman y nos cuesta mucho pedir ayuda. Somos la CEO del hogar. El 87% de las mujeres del estudio sienten que son las responsables de que todo en casa funcione y fluya adecuadamente. Y el 91% afirmaban que, si no están ellas pendientes de las pequeñas cosas del día a día, nadie lo estará.
La lista de tareas y preocupaciones que suele ocupar la mente de muchas mujeres es interminable. Además de las propias de su desempeño profesional o laboral, se añaden las propias del cuidado del hogar: adecuada alimentación, vestimenta, mantenimiento del hogar, cuidado de la salud de los miembros de la familia, ayudar con los deberes escolares, escucha y apoyo emocional, relaciones sociales o el mantenimiento de lazos familiares y comunitarios.
QUÉ SOLUCIONES EXISTEN
¿Cómo hacer algo para solucionar cuando ignoras que lo padeces o ni sabes lo que es?
Somos bastante consciente de nuestro límite físico, por ejemplo, no puedo levantar más de 100 kilos y no sobrepasamos este límite. Pero ¿qué pasa con el límite mental? ¿Cómo saber cuándo lo estamos sobrepasando?
A continuación, te propongo una serie de medidas que te ayudarán a realizar una descarga mental efectiva.
- Date cuenta de la carga mental que tienes, para ello es importante que escuches a tu cuerpo y estés atenta a tus emociones. No solo atiendas a tu mente que querrá convencerte seguro en muchas de las ocasiones de lo contrario.
- Sé amable y justa contigo. Cuidado con la perfeccionista que todas llevamos dentro o con esa idea que tenemos que poder con todo a modo superwoman, se pueden convertir en nuestro peor enemigo y exigirnos y castigarnos exageradamente.
- Replantéate las actividades domésticas como si fueran ministerios y haz un reparto equitativo de las carteras: ropa, comida, limpiezas, educación, mantenimiento … entre todos los miembros de la familia.
- Aprende a delegar. Solo el 24% de las mujeres del estudio se quitaba de la cabeza la tarea delegada, mientras el 72% confesó que criticaba y supervisaba cómo la otra persona hace las cosas (aquí tocamos con otro síndrome: esponja) pero ya me paso de mis 10 minutos.
- Comunicación asertiva. Una comunicación con asertividad y empatía será esencial para el reparto de actividades, pedir las cosas o expresar sentimientos.
- Dedícate tiempo a ti misma. Se que te da la risa cuando lees esta frase. Tómatela en serio, solo tú puedes hacerla realidad. Empieza como si fuera una “obligación” más, haz un pequeño hueco en la agenda y respétalo a muerte para hacer algo de disfrute para ti: leer, escribir, meditar, ir a un spa, darte un paseo por el campo, compartir un café con amigas… Dale tiempo para que empieces a notar los beneficios.
- Come, duerme y descansa. Tu cuerpo es tu templo. Es importante llevar una vida ordenada, con hábitos y horarios estructurados y coherentes. Si tu cuerpo está bien, tu mente está bien. Y al revés.
Te animo a que al final del día te hagas esta pregunta:
¿Estoy cansada o agotada?
Si estás cansada descansas, te recuperas y listo … pero si estás sin energía necesitas reponerla de otra manera más allá del descanso con otras cosas que te la den.
Esto es algo que vas a hacer tú, pero yo te puedo ayudar a hacerlo de forma más rápida, más segura y con mayor garantía de obtener éxito. Si estás interesada, para tener una conversación y valorar juntas cómo te puedo ayudar.
Puedes ver y descargar el pdf del estudio “Por una responsabilidad compartida” realizado por “Próxima a ti” de P&G (haz click aquí).
Te dejo también un breve video sobre el estudio mencionado.
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Me encantará leer tu reflexiones y comentarios.